Kissinger estima que es "improbable" la supervivencia política de Putin si Ucrania resulta vencedora
El diplomático, que cumplió 100 años, también aseguró cree que es probable que haya un conflicto militar entre China y Taiwán si las tensiones siguen su curso actual.
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Es posible que el presidente Vladimir Putin tenga dificultades para mantenerse en el poder si la guerra en Ucrania obliga a Rusia a abandonar la ofensiva militar y aceptar un acuerdo de paz con Europa, dijo el exsecretario de Estado de Estados Unidos Henry Kissinger.
“Me gustaría una Rusia que reconozca que sus relaciones con Europa deben basarse en un acuerdo y una especie de consenso, y creo que esta guerra, si termina adecuadamente, podría conseguir que eso sea factible”, dijo Kissinger en una entrevista con John Micklethwait, editor en jefe de Bloomberg. Cuando se le preguntó si Putin podría sobrevivir en el poder si la guerra terminara en esos términos, Kissinger respondió: “Es improbable”.
El diplomático dijo que es importante que, al terminar la guerra, Ucrania surja como una democracia sólida, y que es preferible evitar “la disolución de Rusia o la reducción de Rusia a una impotencia resentida” que amenace con avivar nuevas tensiones. Describió a Putin como una “figura tipo Dostoyevski acosada por ambivalencias y aspiraciones irrealizables”, que era muy capaz de ejercer el poder como líder y lo usó “en exceso” en relación con Ucrania.
La entrevista del 7 de junio en Nueva York fue una retrospectiva de la vida y la carrera de Kissinger luego de cumplir hace poco los 100 años.
Putin ha recibido con frecuencia a Kissinger en Rusia durante su mandato de casi un cuarto de siglo en el Kremlin y, en una reunión de 2012, dijo que su relación se remontaba a mediados de la década de 1990, cuando él era primer vicepresidente del Gobierno de San Petersburgo. Kissinger dijo en su entrevista con Bloomberg que Putin era tanto el heredero de una perspectiva tradicional rusa como alguien que creció en las calles de Leningrado —ahora San Petersburgo—, donde más de la mitad de la población murió de hambre durante la Segunda Guerra Mundial y enfrentó una constante amenaza.
Putin “tradujo eso en no querer que el poder militar europeo estuviera al alcance de la mano de San Petersburgo y de las principales ciudades como Moscú”, y reaccionó “al borde de la irracionalidad” ante su expansión, dijo Kissinger.
Si bien EEUU y sus aliados hicieron bien en resistir el ataque de Rusia a Ucrania, es “cada vez más importante” que las partes del conflicto evalúen cómo quieren ponerle fin a través de la diplomacia, señaló Kissinger. Existe el riesgo de que las relaciones militares entre las potencias dominen el pensamiento geopolítico y conviertan la guerra en un conflicto global al atraer a países como China, agregó.
“Europa se volverá más estable, el mundo se volverá más estable, cuando Rusia acepte el hecho de que no puede conquistar Europa, pero tiene que seguir siendo parte de Europa por algún tipo de consenso como lo hacen otros Estados”, indicó.
Advertencia sobre China
Kissinger también aseguró cree que es probable que haya un conflicto militar entre China y Taiwán si las tensiones siguen su curso actual, aunque sigue apostando por un diálogo que conduzca a la desescalada, tal y como como ha venido instando.
“En la trayectoria actual de las relaciones, creo que es probable algún conflicto militar”, dijo Kissinger en la entrevista, al ser consultado sobre la posibilidad de que China invadiera Taiwán. “Pero también creo que la trayectoria actual de las relaciones debe ser alterada”.
Las declaraciones de Kissinger fueron algunas de las más pesimistas sobre el estado de las relaciones entre China y Estados Unidos, que ha prometido respaldar a Taiwán en caso de que China ataque. Kissinger dijo que dependía tanto de Washington como de Pekín dar un paso atrás en su enfrentamiento, que según él estaba en “la cima de un precipicio”.
Kissinger, quien se desempeñó como principal diplomático estadounidense y asesor de seguridad nacional en la Casa Blanca en la década de 1970, habló días antes de que su más reciente sucesor, el secretario de Estado, Antony Blinken, viaje a Beijing. Blinken será el funcionario estadounidense de más alto nivel que visita Beijing en los últimos cinco años, y la Casa Blanca ha querido establecer expectativas bajas, diciendo que no se producirán avances significativos.
Kissinger, autor de numerosos libros, entre ellos “On China”, escrito un año antes de que el presidente Xi Jinping asumiera el poder, es seguido de cerca por sus opiniones sobre la geopolítica asiática, dado su viaje secreto a China en 1972 y su papel en la normalización de las relaciones entre EEUU y China bajo la presidencia de Richard Nixon.
Taiwán ha sido durante mucho tiempo uno de los temas más delicados en las relaciones entre EEUU y China. Beijing —que reclama como propia la democracia autogobernada de Taiwán— intenta desde hace tiempo recuperar el control de la isla mediante la “reunificación”, y advierte regularmente a Washington sobre la venta de armas y cualquier tipo de compromiso político con los dirigentes taiwaneses.
Altos mandos militares estadounidenses han advertido en repetidas ocasiones que los dirigentes chinos pretenden invadir la isla y quieren que su Ejército Popular de Liberación sea capaz de apoderarse de Taiwán en los próximos años, posiblemente en 2027.
Después de todos estos años, Kissinger dijo que todavía está indeciso sobre el resultado de las tensiones entre EEUU y China, dado que “todavía no han entablado el tipo de diálogos que he sugerido”. Pero de lo que sí está seguro es que las guerras entre dos superpotencias no se pueden ganar. O, como él mismo lo expresó, “solo se pueden ganar a costos desproporcionados”.
“Es una situación única en el sentido de que la mayor amenaza de cada país es el otro, es decir, la mayor amenaza para China es EEUU, según su percepción, y lo mismo ocurre aquí”, dijo Kissinger.